En los procedimientos de custodia de niños, se debe determinar tanto la custodia legal como la custodia física. La custodia legal otorga a un padre el derecho a tener voz en las decisiones importantes sobre la crianza de un niño, incluidas las relacionadas con la educación, la atención médica y la religión. La custodia física se refiere a la determinación de la residencia del niño. La custodia física puede variar desde arreglos tradicionales de “cada fin de semana alterno” hasta una división completa del tiempo de crianza (comúnmente conocida como “custodia compartida”).

En el pasado, los tribunales favorecían a la madre en los procedimientos de custodia y visitas. Hoy en día, los tribunales son más progresistas y hacen del mejor interés del niño su consideración principal, poniendo mucho menos énfasis en la importancia de los roles parentales tradicionales.